Todos queremos mejorar nuestra productividad, ser la mejor versión de nosotros mismos o algo parecido. Imaginamos grandes proyectos y formulamos escenarios en nuestras cabezas de lo increíble que sería lograr todo lo que nos proponemos. Hacemos un plan y nos ponemos a trabajar, pero luego…

Mantener una disciplina, un ritmo de trabajo, un número de metas al día, a la semana, al mes, al año. Lidiar con la frustración si un día querías avanzar pero se enfermó tu perro y tienes que llevarlo al veterinario; si no tienes dinero para la renta y tienes que conseguir un trabajo temporal; si de repente aparece una epidemia global rarísima. La vida está llena de situaciones incontrolables que no nos permiten alcanzar las metas de la semana, del mes y del año. Cuando las frustraciones se acumulan perdemos la fe, nos cansamos y queremos mandar todo a la chin***a.

Además, vivimos en una sociedad que glorifica la productividad. Si no eres productiva, eres un lastre, una persona no aporta a este mundo. Todos debemos estar ocupados, siempre haciendo, de un lado al otro, con nuevas ideas, nuevos proyectos, haciendo y haciendo y haciendo para ir a algún lado. Tenemos que avanzar profesionalmente, ir hacia adelante ¿Dónde es adelante? Crecer, construir ese imperio, salvar al mundo, ser mejor cada día, siempre hacia adelante. ¿Dónde es adelante?

He estado pensando en esto porque es Octubre (¿Y luego?). Siendo una ilustradora en búsqueda de oportunidades debería de hacer todos los retos que Instagram me ofrece, porque necesito difusión, necesito más, siempre más, siempre hacia adelante. Los últimos años he hecho el reto del Inktober (una ilustración a tinta por cada día del mes de Octubre) tan disciplinadamente que me asusto a mi misma. Y claro que me ha servido, para mejorar mi dibujo, para ganar algunos seguidores, para comprobar que puedo ser sumamente disciplinada. Pero también ha sido cansadísimo. Pero bueno, hay que subir montañas, esforzarse, sudar, mejorar, ir a… ¿Dónde?

Como sea, este año no lo voy a hacer. No quiero.

Si algo he aprendido del yoga (actividad en la cual soy también muy disciplinada), es que trabajar duro todos los días no deja que los músculos sanen y solo te lastimas, no avanzas. Debes dejar que los músculos descansen para que sean más fuertes. ¿Qué? ¿Descansar en este mundo capitalista? Sí, si alguna vez haz empezado con una rutina de ejercicio y la haces todos los días y no enflacas, ni eres más flexible y solo tienes hambre y sueño todo el tiempo es porque tienes que descansar. Si no descansas te llenas de frustraciones y solo vas a dejar tu meta. Y así con todo. A veces hay que quedarse quieta para avanzar.

Foto por Clem Onojeghuo en Unsplash
¿Por qué descansar para ser productivo?
  • Cuando dejas de pensar en el trabajo se te ocurren grandes ideas.
  • Al convivir con amigos y familiares recibes nuevos puntos de vista y te ayuda a tener una mente sana.
  • Exponerte a nuevas experiencias, como ir a museos o al cine, te aporta información  que puedes usar después.
  • Las actividades físicas te mantienen sano. Si no estás enfermo, puedes trabajar mejor.
  • Pensar en lo mismo siempre, limita tu túnel de realidad y tus oportunidades de crecimiento.
  • Una parte de la vida es trabajar, pero no lo es todo. ¿no?  Si lo es todo en tu vida, entonces olvida todo y deja de leer esto.
  • Si trabajas todo el tiempo, es probable que gran parte de ese tiempo se vaya procastinando. Lo cual me lleva a la siguiente parte:
Foto por Isaac Smith en Unsplash

A pesar de mi creencia de que la autoexplotación es innecesaria y horrible, no significa que soy una hippie huele flores y si quiero avanzar ¿A dónde? A ver mis proyectos terminados. Por eso me he puesto a investigar cómo puedo ocupar mi tiempo de trabajo de forma eficiente. Les dejo algunos tips de lo que he descubierto:

  • Meditar. Se ha comprobado que meditar, al menos 5 min al día, ayuda a que nos enfoquemos mejor.
  • Hacer ejercicio. No en la mañana (Esto lo explica el siguiente punto).
  • Usar las primeras 3 horas del día para las actividades que requieran más concentración. Al despertar tienes la mente fresca y descansada, es el momento perfecto para crear o resolver.
  • Desayunar bien, para que no te de hambre en tus primeras horas de trabajo.
  • Hacer una lista de actividades para cada día de trabajo.
  • NO ENTRAR A REDES SOCIALES MIENTRAS TRABAJAS (los estoy viendo) >_>
  • Llevar un calendario de metas por mes, como referencia (si no lo cumples no es el fin del mundo)
  • Tener un espacio de trabajo limpio. Para evitar cansancio visual.
  • No usar pijama para trabajar (A menos que tu trabajo lo requiera U_U). Tu cerebro debe saber que estás trabajando de verdad.
  • Tener horarios definidos de trabajo y descanso.

Eso es todo por mi parte, voy a descansar. Les dejo un libro muy útil por si andan de productives. Besos bye.

Libro recomendado: Scott Belsky, Making Ideas Happen.

Foto de portada por: Carl Heyerdahl en Unsplash