Hoy es el día internacional de la lucha contra la depresión, y también es mi primer publicación de este 2022. No me parece casual, he tenido en la mente la idea de escribir sobre la perseverancia. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Pues que la única forma de sobrevivir a la depresión es perseverar.

Suena un poco evidente, sin embargo es muy difícil perseverar en momentos en que ya no tienes motivos para hacerlo, o al menos no pareces tenerlos. Es común además, que las profesiones del mundo de la creatividad estén llenas de perfiles depresivos.

¿Qué es la depresión?

La OMS señala que, en un episodio depresivo, la persona experimenta un estado de ánimo que conjunta tristeza, irritabilidad, sensación de vacío o una pérdida del disfrute o del interés en actividades, la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos dos semanas.

Se presentan varios otros síntomas, entre los que se incluyen la dificultad de concentración, el sentimiento de culpa excesiva o de autoestima baja, la falta de esperanza en el futuro, pensamientos de muerte o de suicidio, alteraciones del sueño, cambios en el apetito o en el peso y sensación de cansancio o falta de energía.

Durante un episodio depresivo, la persona afectada experimenta dificultades considerables en su funcionamiento personal, familiar, social, educativo, ocupacional y en otros ámbitos importantes.

Expansión

Yo me he sentido así varias veces y según las estadísticas, es probable que varies de ustedes también. Evidentemente, lo primero que hay que hacer cuando esto es detectado, es pedir ayuda e ir con un especialista. Este primer paso es sumamente difícil, hay un tabú tan grande alrededor de las enfermedades y trastornos mentales que nadie quiere “estar loco”. Bueno… Si de algo ayuda, todos lo estamos y a nadie le hace daño la terapia.

Por otra parte, y en otro orden de ideas. Hoy considero la importancia de saber que la vida es agridulce. Solemos buscar constantemente los momentos de felicidad o placer y cada que pasa algo que no nos gusta lo evadimos, hacemos como que no pasa, o peor, nos tiramos al drama.

Piensen en un momento cuando hayan tenido esos dos sentimientos juntos, felicidad y tristeza. Es más común de lo que creemos. ¿Y qué no la vida es así? No podríamos tener un sentimiento sin la existencia del otro, y generalmente coinciden. ¿No es mejor dejarlos ser? ¿No clavarnos ni con uno ni con el otro? Podemos al menos intentarlo y perseverar. Disfrutar de nuestros logros y aceptar nuestros fracasos. Live and let die.

Si dejamos que los dos estados convivan, al menos podremos hacer más cosas y sorprendernos de ver a dónde nos lleva la vida.

Foto de Priscilla Du Preez en Unsplash

Eso es todo por hoy de mis pensamientos filosóficos-existenciales. Pidan ayuda, escriban, convivan con sus seres queridos, enójense y tomen tecito.

Abrazos y besos, bye.


Foto de portada de Pim Chu en Unsplash.